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Régimen confisca el Colegio San José de Jinotepe y lo rebautiza con nombre de militante orteguista

La co-dictadora Rosario Murillo confirmó este viernes la confiscación del histórico Colegio San José de Jinotepe, hasta ahora administrado por la Congregación Hermanas Josefinas de la Iglesia Católica. Según Murillo, el centro fue “un lugar de torturas y asesinatos” durante las protestas de 2018.

“Hubo un centro donde se torturó, se asesinó… el golpismo, durante la nefasta ocupación de Jinotepe, torturó y asesinó a compañeros y compañeras. ¿Dónde ocurrían esos crímenes? En el Colegio San José, desgraciadamente. Ese colegio ha sido trasladado al Estado por ser emblemático de la barbarie, pero también de la lucha digna y victoriosa de las familias de Jinotepe que vencimos el golpismo”, afirmó Murillo en su habitual intervención propagandística.

La vocera del régimen anunció que el inmueble será rebautizado como Colegio Héroe y Mártir Bismark Martínez, en memoria del militante sandinista que, según su versión, fue asesinado en esos predios. Aseguró que la próxima semana concluirán los trámites para reabrirlo bajo administración estatal.

La medida afecta a más de 600 estudiantes —desde preescolar hasta secundaria— que ahora pasarán a ser parte del sistema público. El futuro laboral del personal docente y administrativo sigue siendo incierto.

El Colegio San José, fundado hace décadas, era un referente educativo en Jinotepe por su calidad académica y su enfoque en la formación integral. La confiscación se suma a la ola de expropiaciones impulsada por el régimen en 2024 y 2025 contra instituciones privadas, especialmente ligadas a la Iglesia Católica y a organizaciones independientes.

Aunque Daniel Ortega admitió en 2024 que el Estado ha confiscado propiedades valoradas en “varios millones de dólares”, el régimen no ha presentado informes claros sobre el número total de bienes tomados ni sobre el destino de estos recursos.

Fuentes locales aseguran que las Hermanas Josefinas fueron advertidas de abandonar el país de inmediato, sumándose así a la lista de congregaciones religiosas forzadas al exilio por la represión estatal.

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