El Chelsea se consagró como el primer gran campeón del Mundial de Clubes tras una contundente victoria sobre el PSG en el estadio MetLife de New Jersey. Con una actuación estelar de Cole Palmer, quien marcó dos goles y dio una asistencia, los ‘blues’ de Enzo Maresca dieron un golpe de autoridad frente a un PSG que llegaba como favorito tras dominar la Champions League.
Un repaso táctico e inesperado
Nadie anticipaba el dominio abrumador del Chelsea, cuarto en la Premier League y reciente campeón de la Conference League, sobre el poderoso PSG de Luis Enrique, que soñaba con un histórico ‘septete’ pero ahora solo podrá aspirar al ‘sextete’. Maresca, con una estrategia impecable, neutralizó al conjunto parisino desde el arranque. Con una defensa de cuatro, un mediocampo físico liderado por Caicedo y Reece James, y espacios calculados para el ataque, el Chelsea aprovechó cada error del PSG.
Cole Palmer, descartado en su momento por el Manchester City, fue la figura indiscutible del encuentro. En la primera parte, el inglés rozó el gol en una acción inicial, marcó dos tantos desde el área y asistió a Joao Pedro para el 3-0, dejando al PSG sin respuesta. Su capacidad para brillar en finales (siete goles en seis finales a sus 23 años) consolidó su candidatura al Balón de Oro, aunque Ousmane Dembélé, pese a la derrota, sigue siendo un fuerte contendiente.
Desarrollo del partido
La segunda parte mostró un PSG algo más equilibrado, con Dembélé generando peligro, pero sin la contundencia necesaria para revertir el marcador. El Chelsea, por su parte, mantuvo el control, y jugadores como Liam Delap, que ingresó en el segundo tiempo, pudieron ampliar la ventaja. El encuentro se calentó con una expulsión de Joao Neves (PSG) en el minuto 85 tras un altercado con Marc Cucurella, y una tángana final que, según analistas, sobró en un partido ya definido.
Un Chelsea con futuro prometedor
Más allá de la victoria, el Chelsea demostró un potencial enorme para los próximos años. Con talentos como Jamie Gittens (fichado del Dortmund), el brasileño Estevao (procedente del Palmeiras) y Joao Pedro, autor del tercer gol, los ‘blues’ se perfilan como un equipo a temer en el futuro.
El fútbol, una vez más, mostró su imprevisibilidad. Los pronósticos que daban al PSG como campeón absoluto se desmoronaron ante un Chelsea que, liderado por Palmer y la pizarra de Maresca, escribió su nombre en la historia del Mundial de Clubes.