La tortilla, alimento fundamental en la dieta diaria de los nicaragüenses, ha experimentado un incremento significativo en su precio durante las últimas semanas. En Managua, su costo ha subido hasta 5 córdobas por unidad, lo que afecta directamente el presupuesto familiar, especialmente para quienes dependen de este producto para acompañar el gallopinto en el desayuno.
Hasta hace apenas dos meses, una tortilla costaba 3.5 córdobas, o se podía adquirir en promoción a tres unidades por 10 córdobas en tortillerías ubicadas en barrios y mercados populares. Hoy, una familia promedio de cinco miembros necesita desembolsar al menos 25 córdobas diarios solo para este básico acompañante de la primera comida.
En zonas como Los Vanegas y el mercado Oriental, donde en apenas una cuadra operan hasta seis tortillerías, las vendedoras reportan una caída en las ventas. Aunque la demanda se mantiene, los consumidores han reducido la cantidad que compran.
“El tamaño de la tortilla ahora es un poco más grande, no mucho, pero sí ha cambiado con respecto a la que dábamos antes a 3 por 10 córdobas”, comentó una palmeadora consultada por el medio digital Despacho 505.
Sin embargo, este ligero aumento en el tamaño no compensa el impacto en el consumo. Los clientes han modificado sus hábitos para estirar el producto: “Lo que hacen es comprar dos tortillas y repartirlas entre cinco personas. Se las ingenian para que alcance”, reveló la misma vendedora a ese medio de comunicación.
Con el precio del maíz en constante aumento y los costos de producción que no dejan de subir, la tortilla —un alimento tradicional, cotidiano y esencial en la mesa nicaragüense— corre el riesgo de volverse inaccesible para muchas familias.