El diputado Wilfredo Navarro, conocido por su cambio oportunista de bando político para apoyar al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quedó al descubierto este martes durante una sesión de la Asamblea Nacional. Sin darse cuenta de que su micrófono seguía abierto, Navarro dejó escapar frases que revelan sus verdaderos temores y su hipócrita lealtad al sandinismo.
En medio del debate sobre la reforma constitucional promovida por Murillo en el marco de la ley “Todos contra la Corrupción”, Navarro murmuró nervioso: “Si estuviera en la oposición… ya estaría preso. El salvaje.” En su comentario involuntario, incluso mostró cierta compasión hacia figuras políticas como el expresidente Arnoldo Alemán, a quien traicionó en el pasado, señalando que “El pobre Arnoldo… si estuviera volando, ya estaría preso.”
Este desliz dejó al descubierto el oportunismo político de Navarro, pero también una realidad incómoda para el oficialismo: la represión mantiene silenciado cualquier disenso, incluso dentro de sus propios miembros. Al admitir que su libertad depende de su alineamiento con el régimen, el diputado confirmó que en Nicaragua no hay espacio para la oposición ni para voces independientes.