Un devastador incendio se desató la noche de este martes en el sector del galerón de los pescados, en el corazón del Mercado Oriental de Managua, dejando al menos siete tramos reducidos a cenizas. A pesar de la magnitud del siniestro, no se reportaron heridos, pero los comerciantes enfrentan pérdidas devastadoras en un contexto donde la precariedad y la falta de apoyo agravan su situación.
El fuego consumió un área de aproximadamente 120 metros cuadrados, destruyendo pequeños puestos que vendían especias, plásticos, bolsas, platos y otros productos altamente inflamables. Las llamas se propagaron rápidamente, generando caos mientras los vendedores luchaban desesperadamente por rescatar lo poco que podían entre el humo denso y el calor sofocante.

Comerciantes enfrentan el desastre solos
Los vendedores, sin recursos suficientes ni infraestructura adecuada, se vieron obligados a combatir el incendio con medios improvisados, usando agua, tierra y retirando materiales inflamables para evitar una catástrofe mayor. “Hicimos lo que pudimos para que no se extendiera. Algunos salvamos algo, pero otros lo perdimos todo”, relató Yara Malespín, una comerciante afectada, con visible frustración.
Juana Gutiérrez, otra vendedora, expresó alivio al salvar su tramo, pero también incertidumbre: “Gracias a Dios no se me quemó nada, pero ¿hasta cuándo vamos a seguir en este riesgo constante?”. Sus palabras reflejan la vulnerabilidad de quienes trabajan en un mercado donde la falta de medidas preventivas y condiciones adecuadas es una constante.

Un mercado en riesgo constante
El incendio pone en evidencia, una vez más, las condiciones precarias del Mercado Oriental, uno de los centros comerciales más grandes de Centroamérica. La alta concentración de materiales inflamables, la falta de accesos adecuados para emergencias y la ausencia de un sistema robusto de prevención convierten este lugar en una bomba de tiempo. Los comerciantes, principales víctimas, se enfrentan a pérdidas económicas sin garantías de apoyo para recuperar sus medios de vida.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del siniestro, pero las dudas persisten entre los afectados, quienes cuestionan la efectividad de las medidas de seguridad en un mercado que opera al límite. La remoción de escombros comenzó, pero los vendedores exigen respuestas claras y soluciones reales para evitar que tragedias como esta se repitan.