Una nueva fase represiva se ha desatado dentro del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, esta vez dirigida contra figuras emblemáticas del sandinismo. La captura del asesor económico Bayardo Arce, uno de los hombres de mayor confianza del presidente, marcó el inicio de una ofensiva que ahora ha puesto en fuga a Lenin Cerna, exjefe de la Seguridad del Estado.
Fuentes cercanas al entorno de Cerna informaron al medio Divergentes que este abandonó su vivienda en Managua a inicios de semana y se encuentra oculto, moviéndose entre casas de seguridad junto a su esposa, la excontralora Marisol Castillo.
La Policía tomó control de la residencia de Cerna, expulsó a su equipo de seguridad personal y mantiene el inmueble bajo estricta vigilancia.
“Lenin está escondido, moviéndose de una casa de seguridad a otra con Marisol. Las luces de su casa están apagadas desde el lunes. Cuando llegaron a buscarlo ya no estaba. Decidió huir tras la captura de Bayardo. Él sabe que Rosario siempre lo ha tenido en la mira”, aseguró una fuente a Divergentes.
La ofensiva es liderada por la Procuraduría General de la República (PGR), que acusa a Arce de realizar “transacciones y negociaciones al margen del marco legal vigente” desde sus oficinas privadas. Su arresto en el residencial Villa Fontana fue ejecutado por fuerzas de Operaciones Especiales.
Lenin Cerna, un personaje clave en los aparatos de inteligencia durante los años 70 y 80, fue señalado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) por su implicación en casos de tortura, asesinatos y violencia política, además de supuestos vínculos con grupos terroristas. También se le responsabiliza de haber facilitado el arma utilizada en el asesinato de Pablo Emilio Salazar, jefe de la guardia somocista.
Marisol Castillo, también bajo presión
La persecución también alcanza a Marisol Castillo, quien dejó su cargo como miembro del Consejo Superior de la Contraloría General de la República en noviembre de 2022, luego de que su esposo fuera sancionado.
Castillo, retirada del Ejército con el rango de teniente coronel, fue magistrada electoral suplente durante 14 años. Con ciudadanía nicaragüense, española y chilena, ahora acompaña a Cerna en su huida mientras el régimen intensifica su purga interna.