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El asesinato de Roberto Samcam, un crimen transnacional que siembra terror

El brutal asesinato de Roberto Samcam Ruiz, un mayor retirado del ejército nicaragüense y crítico del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ha desatado temor entre los refugiados nicaragüenses en Costa Rica. Activistas y defensores de derechos humanos denuncian que este crimen, ocurrido el 19 de junio en San José, evidencia una persecución transnacional orquestada por la dictadura sandinista contra sus opositores en el exilio.

Un crimen que siembra terror

Samcam, de 66 años, vivía en Costa Rica desde que huyó de Nicaragua tras las protestas de 2018, que dejaron más de 300 muertos según la ONU. Como exsandinista que rompió con el régimen, se convirtió en una voz crítica, utilizando su experiencia militar para denunciar la represión de las fuerzas armadas. Su nombre apareció en listas de búsqueda del gobierno, lo que lo obligó a tomar estrictas medidas de seguridad, como cambiar de camisa en público y evitar el transporte público.

A pesar de sus precauciones, dos asesinos irrumpieron en su apartamento en San José y le dispararon ocho veces. Este crimen marca al menos el sexto ataque contra disidentes nicaragüenses en Costa Rica desde 2018, incluyendo tiroteos, secuestros y asesinatos. «Es un móvil político para silenciar una voz poderosa», afirmó Claudia Vargas, esposa de Samcam, en el funeral del exmilitar.

Persecución transnacional del régimen

Activistas y expertos en derechos humanos, junto con decenas de expresidentes latinoamericanos, señalan que el asesinato de Samcam apunta a operaciones de inteligencia sofisticadas del régimen de Ortega-Murillo en suelo extranjero. «No tengo ninguna duda de que se trata de un acto de terrorismo de Estado», afirmó Almudena Bernabeu, abogada de derechos humanos que representa a la familia de Samcam. Otros casos, como los ataques contra Joao Maldonado, exsandinista baleado en 2021 y 2023 en Costa Rica, y el secuestro y asesinato de otro activista en 2022, refuerzan esta sospecha.

El régimen, que ha consolidado su poder manipulando elecciones, tribunales y el poder legislativo, acusa a los opositores de trazar golpes de Estado. Desde 2018, ha encarcelado, exiliado, confiscado propiedades y despojado de ciudadanía a cientos de disidentes, forzando a casi 250,000 nicaragüenses a buscar refugio en Costa Rica, según el abogado Juan Carlos Arce.

Silencio oficial en Costa Rica

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, ha evadido pronunciarse sobre el asesinato de Samcam, generando preocupación entre los exiliados que esperaban una condena firme contra la injerencia nicaragüense. Chaves, aparentemente reacio a confrontar a un socio comercial clave, negó el año pasado la presencia de agentes nicaragüenses en su país tras un atentado contra Maldonado. Esta inacción ha dejado a los refugiados en un estado de vulnerabilidad, temiendo ser blanco de nuevos ataques.

«Confiamos en que Costa Rica es un país de paz y democracia, pero ahora vivimos con miedo», expresó Carlos Fernando Chamorro, destacado periodista nicaragüense exiliado. Ana Quiroz, expulsada de Nicaragua en 2018, exigió que el gobierno costarricense denuncie públicamente las acciones del régimen de Ortega en su territorio.

Un llamado a la resistencia

Desde Radio Veritas, condenamos enérgicamente la persecución transnacional del régimen de Ortega-Murillo y exigimos justicia para Roberto Samcam y todas las víctimas de esta dictadura. Instamos a la comunidad internacional a presionar por investigaciones independientes y sanciones contra los responsables de estos crímenes. Los nicaragüenses en el exilio merecen protección, y Costa Rica debe garantizar su seguridad frente a la amenaza del régimen. Como dijo el padre de Chamorro, Pedro Joaquín Chamorro, «cada quien es dueño de su propio miedo». Que ese valor inspire la lucha por la libertad y la democracia en Nicaragua.

Fuentes: The New York Times, Reuters, Agence France-Presse

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