La plaga del gusano barrenador no solo sigue avanzando en Nicaragua: se está volviendo más brutal. Ya no se limita al ganado. Ahora también está afectando a personas, en especial a quienes menos pueden defenderse. Hasta este viernes, se han reportado 117 casos humanos, según datos oficiales del director del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), Ricardo Somarriba.
La mayoría de los afectados son adultos mayores e indigentes, población vulnerable y desprotegida ante un sistema de salud colapsado o ausente.
Managua encabeza la lista de contagios humanos con 42 personas afectadas, seguida por Carazo (11), Chinandega (10), Masaya (9), la Costa Caribe Norte (8) y Jinotega (7). Prácticamente todos los departamentos del país ya han registrado al menos un caso.
Una plaga fuera de control
Aunque el discurso oficial insiste en que la situación está “controlada”, las cifras muestran todo lo contrario. Desde que se declaró la alerta sanitaria en marzo de 2024, más de 18 mil animales han sido infectados. Y los casos en humanos no paran de subir: en enero eran apenas 16 personas, ahora son más de 100. Un aumento que no puede maquillarse.
Algunos casos han sido especialmente alarmantes: un niño en Río San Juan del que extrajeron más de 100 larvas del oído, una persona con 40 larvas en una pierna y otro adulto con larvas alojadas en una herida en la cabeza, en El Tortuguero.
Silencio oficial, caos real
Pese a la gravedad de la crisis, el IPSA solo da información cuando su director aparece en entrevistas con medios oficialistas. No hay boletines regulares, ni datos abiertos, ni una estrategia clara de comunicación. Tampoco hay detalles sobre los tratamientos que se están aplicando o sobre cómo prevenir nuevos contagios.
Las cifras del IPSA reportan más de 82 mil fincas y 11 mil viviendas inspeccionadas, y tratamientos aplicados a casi 200 mil animales. Pero en la práctica, la falta de campañas informativas, atención médica accesible y prevención comunitaria deja en claro que la plaga no está ni cerca de ser controlada.
Las cifras completa
Según el balance más reciente de Somarriba, los casos en animales se distribuyen así:
- Bovinos: 12,440
- Porcinos: 2,735
- Perros: 1,360
- Caballos: 970
- Ovejas: 306
- Cabras: 94
- Aves: 19
- Animales silvestres: 18
- Humanos: 117
Los focos rojos en el ámbito animal son Río San Juan (2,920 casos), el Caribe Sur (2,563), Rivas (1,995), Managua (1,581) y Jinotega (1,208).
La plaga sigue avanzando. Y mientras los gusanos barren carne y vidas, la información escasea y las autoridades minimizan. El país necesita respuestas, no excusas.